lunes, octubre 30, 2006

Camisetas

Albert Rivera, candidato de Ciudadanos de Cataluña posó desnudo para el cartel electoral, como una metáfora de lo que acaba de nacer y marcó una tendencia. Se acabó el busto con corbata, el maquillaje y la cara de buena persona. Se acabó la hipocresía. Poco después, Carod Rovira apareció en los carteles afeitándose (que no cortándose la coleta) en un acto de campechana cotidianidad. Carod desnudo, en todo caso, no ganaría muchos votos. En cuanto a Montilla, el PSC acaba de sacar un video en el que aparece una lata de Montilla similar la de Nocilla, y con la música de leche, cacao, avellanas y azúcar, ¡Montilla!, nos hablan de rigor, trasparencia y alguna otra palabra hueca. El original, sin duda, era mejor. Montilla cumple ese refrán americano de que la mejor prueba de que cualquiera puede ser presidente, la tenemos en su Presidente, y ese debe ser el auténtico mensaje subliminal de PSC. En cuanto Mas, debería salir en algo parecido a mira quien baila, so pena de quedarse descolgado. Mira quien baila es perfecto, porque la cuestión estriba en buscar pareja y no pisarle el callo. Desconozco en estos momentos el cartel de Piqué. Casco obligatorio, tal vez. Oí por la radio a su número dos y me dejó impresionado. Estaba haciendo cola para entrar en el parking y vi un gran cartel del CDN, todos en camiseta. He aquí el "efecto ciutadans", me dije. En situación límite según las encuestas, el CDN ha decidido tomar la iniciativa. Los demás partidos deberían reaccionar ante la temible cita del 07, donde lanzaremos todos una moneda al aire. Puras, por ejemplo, a quien vi en la tele con cara de apretarle los zapatos, precisa con urgencia quitarse la corbata y lanzar su propia nocilla. Demos por sentado que va a ganar, pero algo más de entusiasmo, por favor. Si no, el candidato final acabará siendo el otro, el de la voz de su amo. En cuanto a Sanz, lo veo a lo Buzz Ligthyear en Toy Story, con rayo intergaláctico en la muñeca y sonido incorporado: hasta el infinito y más allá.

(Publicado en DN 30-X-06)

sábado, octubre 28, 2006

Feliz

El 90% de los navarros se declaró feliz en una encuesta, decía hace unos días este periódico y se notaba que ni el que escribía la noticia se lo creía. ¿Feliz? La felicidad es una cosa ruidosa y molesta que vemos por ejemplo cuando a alguien le toca la lotería de Navidad o cuando su equipo gana la liga. La felicidad siempre tiene algo de obsceno, de timo, de irrealidad, mientras que los males y los azotes de la vida, y la serena satisfacción por sobreponerse a ellos, aparecen con un halo de dignidad. La felicidad no es en absoluto la cuestión. Cuando uno es feliz, enseguida empieza a amargarse porque sabe que eso no va a durar mucho tiempo. La felicidad está bien cuando uno trata de capturarla, pero no cuando proclama a todo el mundo que la tiene, pues es frecuente que el feliz rompa a llorar inconsolable acto seguido. Hay, es cierto, un talento para la felicidad, como lo hay para ser cenizo, pero así como el hombre verdaderamente libre lo es dentro de una celda, al hombre feliz no le hace falta traje alguno, y todo el mundo anda buscando el traje del hombre feliz, como en el cuento. Feliz era el pastor de Teruel del que yo hablé hace poco, cuando rompía a cantar muy de mañana, comiéndose una chula de tocino, porque ser feliz es no tener nada ni desear nada, ser amado y vivir en paz y conforme con tu destino, y hoy no tenemos ya talento ni medios para eso. Ser feliz es ser un poco niño e incauto, y no estar bien informado, o acabar de llegar de lejos a un lugar como éste, donde a todo el mundo le sobra de todo y camina malhumorado por la calle. La felicidad es una expectativa demasiado alta para este mundo, y ahora que la bolsa está tan alta, por ejemplo, es feliz el que ve subir los valores pero mañana lamentará no haberlos vendido a tiempo. Soportar la vida es y será siempre el primer deber de todos los vivientes, dice Freud en sus lúcidas consideraciones sobre la actualidad de la guerra. Y la ilusión –añade- pierde todo valor cuando nos la estorba.

(Publicado en DN 23-X-06)

jueves, octubre 05, 2006

Poligamia

Las asociaciones de musulmanes de España han propuesto que se legalice el matrimonio polígamo, practicado ya de hecho por musulmanes españoles o residentes aquí. La poligamia, “como una opción más”, debe estar permitida, ha dicho el representante islámico, “por si alguien libremente quiere optar por él”. Me pregunto si ser la tercera esposa de un sujeto es una opción libre de una mujer, y si la ley haría bien al amparar esa situación. La poligamia es delito en España, y algo que no cuenta con ningún antecedente, pero es difícil que una vez hemos abierto la institución del matrimonio, hasta ahora monógama y heterosexual, a otros supuestos, podamos poner ahora puertas al campo. El código habla de cónyuges, sin exigir su sexo, y sin explicitar su número, podría alegarse hábilmente por las asociaciones musulmanas, un poco vacilantes en la defensa de otras libertades, pero bien dispuestas a defender ésta, planteándola como una consecuencia más de la ampliación de derechos para todos y un fruto del necesario respeto a las peculiaridades culturales. La poligamia, en todo caso, más allá del debate de fondo, presenta muchas cuestiones de orden práctico. Me pregunto si todas las cónyuges de un hombre tendrán derecho a la seguridad social y contarán con expectativas hereditarias, o podrán todas pedir el divorcio a la vez. Si un inmigrante polígamo pidiera la reunificación familiar ¿cuantas mujeres y cuántos hijos podría traer de su país? ¿Y el permiso por parto y la lactancia paterna? No quisiera ser frívolo con todo esto, porque no está el horno para bollos, pero soy escéptico. Para ser polígamo hace falta mucho dinero y yo no veo a los emigrantes del Magreb tan sobrados como para comprar una casa con nosecuantos dormitorios. Me temo que en esto, como en tantas cosas, los musulmanes acabarán resignándose a nuestra cultura, donde impera la monogamia sucesiva, es decir, donde es posible para el hombre -y también para la mujer- tener varias parejas en la vida, pero nunca de forma simultanea.

(Publicado en DN, 25-9-06)