lunes, febrero 29, 2016

Spotligth

Puede que Hollywood convierta en puro espectáculo todo lo que toca, pero esto no ha ocurrido con Spotligth, una película sobre el trabajo de los periodistas del Boston Globe que destaparon los numerosos casos de pederastia de sacerdotes en Boston, lo que provocó un efecto dominó en muchas partes,  haciendo que más casos  salieran a la luz. Pero Spotlight es sobre todo una película de periodistas, en la línea de Primera Plana de Wilder o Todos los hombres del presidente, aquella película tan larga sobre el Watergate, que demuestra que ésta no es una profesión romántica y aventurera, sino más bien  una tarea diaria que  requiere la labor de una hormiga, en la que hay que buscar y  seguir los datos, y donde a veces es necesario  enfrentase a aquello que parece intocable. Puede que hoy este periodismo de investigación ya no sea posible, porque es caro y tarda en dar frutos, cuando los periódicos apenas pueden mantenerse y esto es  una mala noticia para todos,  pues esta historia real, trasladada con exactitud al cine, sin concesiones, demuestra que un puñado de gente libre puede cambiar las cosas, si tiene un medio potente para expresarse.  El equipo de Spotlight ha estado varios meses con los periodistas del Globe y ha reproducido con realismo lo que fue esa investigación, que se enfrentó al dilema de sacar a la luz, podemos pensar,  lo que el bien esconde; esa doble faz que a veces se da justamente en aquello que se presenta como más noble.  Parece ser el destino de las mejores ideas, se ha dicho,  caer en manos de los peores hombres.  Siempre que  se encuentra algo feo, ilegal, corrupto, siempre que se abusa de poder, hay muchas razones para no contarlo; siempre hay  otros que tampoco son limpios y se van a ver favorecidos, o se va a escandalizar a gente sencilla, o  crear desánimo y frustración, nunca es el momento.  Esto hace  vacilar al  periodista.  Pero es la victima que ya no se  repone, que ni siquiera se atreve a abrir la boca, arrasada por la superioridad  moral de quien abusó de ella, la que merece que la historia se sepa.
(Publicado Diario de Navara 29/II)

lunes, febrero 22, 2016

Orduna

Nunca me había parado a mirar las esculturas que Orduna hizo para decorar los dos frontones del palacio de Diputación, por los que he pasado mil veces; ni el que da a Carlos III, que se instaló en tiempos de la república,  y ahí sigue; ni el otro, que es de los años  cincuenta y tiene el escudo de Navarra con la  laureada sostenida por dos tipos muy serios, fornidos, con toga, que representan  a la montaña y la ribera,  hasta que  el gobierno se ha empeñado en  intervenir en ellos para quitar la laureada aplicando la ley de memoria histórica, algo que debe ser posible, aunque he visto que Zubiaur pone muy fundadas pegas, basándose, sobre todo,  en el necesario respeto a la integridad de la obra  artística y las leyes  que protegen la propiedad intelectual. Pero picar la laureada con un cincel y dejar así el conjunto políticamente correcto sería, sobre todo,  faltar a la verdad de las cosas, como cubrir un desnudo, y no es solo un asunto de leyes y reglamentos, sino lo que está justamente en juego es la propia memoria o relato de la historia, pues con este furor por hacer desaparecer cualquier cosa  que tenga que ver con el largo tiempo de la dictadura, es como si se tratara de negarla, poniéndole un  velo, y así  va a perderse justamente la memoria de ésta,  logrando lo contrario de lo que se pretende. La laureada allí arriba,  a estas alturas, más de cuarenta años después, cuando el escultor puso ese signo  porque era la realidad del momento, debiera ser un detalle del que sacar enseñanzas, y algo útil para explicar el pasado, lo mismo que los impactos que el palacio muestra más abajo, son recuerdo del bombardeo de Pamplona en  la guerra, y el otro frontón, en la fachada frente al Gayarre,  con su imagen alegórica coronada de república, signo de aquel régimen. En cierto modo estamos, como me dijo alguien, ante un parque temático, al que habría que sacar partido.  Es posible quitar todo rastro de aquella época, pero no obviar lo que fue Navarra,  su aportación a aquella guerra, los miles de voluntarios, los sacrificios y los muertos de uno y otro lado. Romper la obra de Orduna, para tener que explicar luego que antes ahí había otra cosa. 
(Publicado Diario de Navarra 22 febrero)

lunes, febrero 15, 2016

Sabios

Salgo de casa, pensando en las ondas gravitacionales, que es lo mejor en lo que se puede pensar estos días en que la bolsa cae, la política cae,  hasta  la lluvia cae, y mientras  evito los charcos y a los que corren por el pasto salpicando, encuentro a una vecina que está recogiendo la caca de su perro sin inmutarse, que enseguida protesta por la situación política y señala que deberíamos ponernos de acuerdo para que gobernara gente experta, sin ataduras, los mejores en lo suyo, que decidieran lo que es mejor en estos momentos; una especie de gobierno de sabios, que no deja de ser, supongo,  el ideal de Platón: el gobierno de los mejores, la política dejada en manos de los que  saben, lejos de la demagogia y el oportunismo. Le digo, sin dudarlo, que esta es la solución perfecta y que no tiene duda. Incluso, añado,  he visto por ahí listas de posibles hombres providenciales: economistas, políticos veteranos, escritores, juristas y filósofos eminentes,  gente llena de logros, lejos de la  ambición y de  la pelea política que lograrían, sin duda, después de pensarlo bien, hacer lo que sea mejor.  Lo malo, le digo, es cómo elegir a ese grupito de sabios que han de legislar lo bueno, porque si ha de ser entre todos, como parece lógico, volvemos a la casilla de salida: debe ser una decisión democrática, y la democracia,  es sabido es una cosa humana, imperfecta, fácil de manipular y dirigir a veces,  y además poco racional. Lo mejor, recuerdo que decía Aron, que también era un sabio platónico, sería tomar a los mejores y decirles sencillamente: “gobernar en interés de todos”.  Desgraciadamente, añadía,  nunca se ha encontrado el  método de saber cuál es el interés de todos y quienes son los mejores, lo que lo hace imposible. La democracia nunca se ha llevado bien con la utopía.  Sin embargo, digo como consuelo,  a veces los sabios para una cosa son muy tontos para otra. De hecho, se me ocurren varios ejemplos.  Una cosa es lograr captar las ondas del universo, por ejemplo, y otra manejar el poder. Como llueve de nuevo la dama del perrito menea la cabeza y se va deprisa, con la caca en las manos.
(Publicado Diario de Navarra 15 febrero)

lunes, febrero 08, 2016

Urtain

Jose Manuel Ibar "Urtain".
Como en un película de intriga clásica, pero mucho más lenta, el sobrino del legendario boxeador Urtain, Pablo Ibar, preso desde hace 22 años en un prisión de Florida -15 de ellos en el corredor de la muerte-, ha logrado que se le conceda un nuevo juicio, al considerar el Tribunal Supremo endebles las pruebas que llevaron a condenarle.  Esta es una historia que lo tiene casi todo, a la que solo falta un happy end,  y que se remonta a cuando su padre, Cándido, muy joven, escapó de Cestona y de los jesuitas de Tudela y llegó hasta Miami a jugar a pelota en los frontones de cesta punta que  por entonces tenían gran éxito. Allí tuvo a Pablo, mientras en España su hermano levantaba pasiones en el ring, como hizo antes con las piedras,  y era luego olvidado como uno más de aquellos  amargos héroes  del último franquismo, para terminar tirándose por la ventana en  Madrid, solo y arruinado. También Pablo empezó con la pelota, pero pronto se deslizó hacia una vida de drogas y chanchullos, algo que ha reconocido, hasta que la policía lo detuvo en 1994 acusándole de la muerte del dueño de un local nocturno y de dos bailarinas.  Tras un juicio que se declaró nulo, como si fuera un combate, perdió el  siguiente a los puntos en el año 2.000, por culpa de una cinta de video borrosa, en que dijeron reconocerlo,  y a la nefasta defensa de su abogado de oficio, quien ni siquiera  pidió un examen de ADN que era esencial. A pesar de que parecía una misión imposible, la familia de Pablo y su novia Cintya, lograron vencer la inercia de un sistema que daba su asunto por caso juzgado, y con el apoyo  de mucha gente, sobre todo en España, que siempre ha sido sensible a este caso,  le han dado la vuelta. Todo esto ha  precisado nuevo abogado y muchos fondos, pues la justicia  allí es a veces un producto de lujo. Todavía falta mucho para que Pablo levante los brazos y cante victoria,  y para que su familia respire de alivio, pero todo pinta mejor.  “No recuerdo lo que siente al estar libre” declaró Pablo hace tiempo en su celda. Él, que se veía preso hasta en sueños, ahora ha soñado que se abre una  puerta.
(Publicado 8/2 Diario de Navarra)

lunes, febrero 01, 2016

Botín

La Audiencia de Baleares ha decidido no aplicar a la hermana del rey la llamada “doctrina Botín”, que la hubiera sacado del banquillo, al  no existir entonces acusación contra ella, dado  que ni el fiscal ni la abogacía del estado, que representan al interés público, veían base para acusar y Manos Limpias, que lo hacía por delito fiscal, quedaba descartada por no existir, como sorprendentemente alegó la abogada del estado, un perjuicio para el conjunto de la sociedad.  Hacienda, a su  juicio, no somos todos, ya que eso debía entenderse solo en el ámbito de la publicidad. Si no había lesión  a todos, nadie podía pedir cuenta en nombre de todos. Todo esto sonaba demasiado escandaloso. Era como salvar a un pasajero dejando que se hundiera el barco.   Mantener que la caja de nuestros impuestos no es cosa de todos  y que esto es solo  un eslogan, puede ser un alegato para sacar a una infanta por la gatera, pero es poco compresible en quien representa nada menos que al estado, y sobre todo es el peor mensaje que se puede lanzar al ciudadano común, que conoce el comportamiento implacable de la hacienda, y al que se le recuerda que debe pagar sus impuestos, so pena de ser tildado de  insolidario. El año pasado, por ejemplo, la campaña fiscal insistió  en  que pagar sin iva al fontanero era dejar al país sin sanidad, sin colegios, y sin futuro y atentar, justamente,  contra todos.  Pura publicidad, según reciente doctrina de quien representaba en el juicio al Fisco y  que en  buena hora no ha sido aceptada, lo que deja a algunos con el culo al aire. Defraudar a hacienda perjudica a todos, como es de cajón. Si no es así, los corruptos que amañan contratos públicos, los que han recibido dineros sospechosos de otros países, los que pelotean facturas, los que maquillan cuentas, estarían de enhorabuena. Al final a la infanta y  a la propia monarquía no se le ha hecho ningún favor con esta defensa, intentando salvarla por la campana, y han sido tres magistradas en 85 folios quienes han tenido que enmendarlo.
(Publicado Diario de Navarra 1/II)