martes, mayo 27, 2014

Toros

Varias asociaciones taurinas, justamente indignadas, han pedido que se ponga coto a los comentarios en contra de los toreros, tras la dramática corrida de las Ventas en que los tres espadas terminaron en la enfermería después de ser corneados -Víctor Mora de manera escalofriante, tras recibir al toro a puerta gayola-, y la corrida hubo de ser suspendida. Los rastreros comentarios de Twitter se felicitaban del dolor de los toreros, aplaudían al toro y se prodigaban en desprecio y odio, algo parecido a lo que apenas una semana antes había pasado con la muerte de  la dirigente política del PP de León, alegrándose de su muerte y pidiendo que cundiera el ejemplo, en un peligroso extremismo antipolítico.  Es como si las nuevas tecnologías permitieran sacar a la luz lo que antes estaba oculto, latente, escondido por pudor o por miedo: el odio al semejante, el deseo de que le vaya mal, la envidia y la necesidad de humillar al otro y hacerlo sufrir. Seguramente esto es parte de lo que somos, la parte que tenemos que combatir, renunciar e inhibir, pero el impudor de la época y las oportunidades de difusión y de anonimato de las tecnologías han creado esta epidemia insoportable. El caso de lo ocurrido con las corridas de toros, además, es especialmente  indignante pues se ampara mucha veces en una defensa de los animales, en una causa noble. En España siempre ha habido una anti-taurinismo ilustrado, un debate entre visiones irreconciliables, una lucha de  argumentos. Estar o no a favor de los toros, era una forma de definirse y de entender el país.  Hoy en día hay una parte importante de de la sociedad que no entiende ni ve sentido alguno a la fiesta, y le parece algo cruel e injustificado.  Pero esto que se muestra  en Twitter estos días es algo distinto y más  peligroso, algo burdo y rechazable, porque bajo el amparo de un supuesto amor a los animales, se esconde un  odio cierto a los más cercanos, los hombres,  aquellos a quienes nos debemos en primer lugar.   Algo profundamente inhumano.

(Publicado DN 26 mayo)

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