lunes, abril 18, 2016

Costumbres

Ciudad de Panamá
Solo después de dudar tres veces, como san Pedro, el ministro Soria admitió su relación como una sociedad off shore y dimitió de todos sus cargos, tras una torpe sucesión de evasivas y excusas que no llevaban a ninguna parte. Todo lo que ha venido de Panamá ha sido muy desalentador. Es como si asistiéramos a la prueba de la deserción de las élites: artistas, políticos empresarios, tenían su chiringuito fuera, mientas predicaban patriotismo, solidaridad y regeneración dentro. Esto da mucha rabia, pero sobre todo supone un efecto terrible. Toda esa gente influyente son modelos sociales, y como dice el filósofo Javier Gomá, fuente de moralidad: su ejemplo y comportamiento genera un clima moral, una manera de actuar por imitación o desquite: si ellos no pagan, cuando tienen tanto, no voy a ser yo tan pringao de hacerlo. Si todos lo hacen, tengo ya la coartada. Así se crea un clima moral en el país, un comportamiento colectivo que nos emponzoña. El problema no es  tanto cambiar las leyes, cumplir el déficit o formar  gobierno,  sino que cambien los modelos, que haya más gente significativa con un comportamiento ejemplar y un buen hacer y que arraigue en  nuestra costumbres el prestigio de ser decente, no el gran crédito que tiene la picaresca y el escaqueo. España, ha escrito Gomá, atraviesa las dificultades de una democracia sin buenas costumbres: no pudo heredarlas de la dictadura, y no ha sabido inventarlas en estos 40 años.  Aquí todo el mundo predica y proclama grandes principios, pero en cuanto tiene ocasión hace lo contrario cuando nadie le ve, y ejemplos de eso tenemos cada día. Todas las excusas de los implicados en esta trama, por ejemplo, han sonado a hueco, a echar balones fuera, a ponerse de perfil.  Lo que nos está causando más daño que esa sensación dominante de que entre el dicho y el hecho hay un abismo, y que se presume de lo que más se carece. Nadie, nunca mejor dicho, tiene las “manos limpias”. Nada más eficaz para exigir decencia que practicarla.
(Publicado Diario Navarra 18-IV)

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