martes, junio 13, 2006

Fascista

Se abusa de la palabra fascista. Ya significa cualquier cosa y ninguna. A Arcadi Espada, representante de Ciudadanos de Cataluña, le han llamado fascista y le han agredido por defender el no al Estatut. Ciudadanos es el fenómeno más refrescante que ha dado la política en la última década y lo que ha ocurrido es un disloque y una muestra de la pobreza mental y la agresividad que se genera en ciertos ambientes. Recuerdo aquellas concentraciones hace años para pedir la libertad de un secuestrado por Eta, en las que se nos insultaba y lanzaban pilas, maderas y tornillos. ¡Fascistas!, nos gritaban. No éramos fascistas, pero sí un poco tontos por permanecer allí en silencio, dignamente, como corderos. Nos costó mucho tiempo comprender que era mejor abrir la boca, responder a tanta tontería, reaccionar. Ahora algunos de los que lanzaban tornillos sugieren que tal vez en el pasado tuvieron falta de sensibilidad. Es enternecedor. El caso es que no se sabe bien lo que es un fascista, como tampoco que es un demócrata, pero sospecho que debe tener algo que ver con dejar o no hablar al que piensa diferente. Todos tenemos algo de fascista, todos quisiéramos acallar las insensateces que escuchamos de otros pero tragamos bilis y nos contenemos, cambiamos de cadena, pasamos de largo. El fascista no pasa de largo, sino que en general es acarreado en grupo para reventar actos o dar palizas. El fascismo, históricamente, ama los desfiles, la simbología, la exaltación patriótica desmedida. Arcadi Espada ha escrito un libro con criticas muy fundadas al Estatut desde el punto de vista democrático, ético y hasta gramatical. A un fascista, por ejemplo, no le venga usted con esas zarandajas. El fascismo consiste en consignas claras y en un enemigo que sea claramente identificable. El fascista, por lo demás, fuera del grupo es cobarde y no hace nada si no se le alienta y se le enciende la cabeza, por lo que es vital que quien conscientemente o no le ha dado alas, se las corte. Aunque entonces sea a él a quien le llamen fascista.

(Publicado en DN 12-VI-06)

1 comentario:

Dídac dijo...

Debo admitir que me encantaría discrepar. Pero no puedo.