martes, diciembre 02, 2014

Bach

“Escrito por la señora Bach” es un documental que se ha estrenado hace poco en Inglaterra, que  sostiene que varias obras de Bach en su última etapa, en concreto parte de las “Variaciones Goldberg” y de “El clave bien temperado” -una obra apropiada para escuchar estas tardes de otoño, mientras el viento barre las hojas- se deben a su segunda mujer, Anna Magdalena Bach. Hasta ahora se tenía a Anna como la copista a quien su célebre marido dictó las obras de su último periodo,  pero un tal profesor Martin Jarvis, investigador de una universidad australiana, sostiene que un análisis de la letra denota que su escritura carece de la calma y peso de un mero dictado y que ella sería la autora. La verdad que no parece una prueba muy concluyente, pero no es muy raro que alguien se empeñe durante años en refutar la autoría de un genio, seguramente porque con eso logra, como en este caso,  cierta repercusión en todas partes, y acaso porque debe producir un placer especial poder vengarse de alguien muy brillante, así que hay quien dedica su vida a  demostrar  que Homero no era Homero,  sino una grupo de bardos errantes, que Shakespeare era incapaz de escribir su obra etc. y ahora Jarvis niega a Bach y reivindica a Anna Magdalena, una soprano que fue su segunda mujer, y que además de copiar en un famoso cuaderno las composiciones de su marido, alumbró y cuidó 12 hijos, atendió la casa y, según Jarvis, aún tuvo tiempo para componer las obras cercanas a la perfección que hoy, siglos después, oímos con estupor. Todo esto supone una cierta herida narcisista para el hombre, como si la sumisa Anna, al  despojar a su famoso marido de parte de sus obras, lograra una victoria un poco tardía para todas aquellas mujeres que han quedado en segundo plano, seguramente muchas injustamente olvidadas o usurpadas por sus maridos o amantes que se aprovecharon de su talento; aquellas hermanas Brönte que firmaban sus libros como hombres en la Inglaterra victoriana,  o la delicada   Fanny Mendelsohn, eclipsada por su hermano Félix; mujeres a la sombra durante mucho tiempo, observando al hombre en primer plano con una sonrisa enigmática.
(Publicado DN 1-XII-2014)

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