Chogolisa y sus dos cumbres a la derecha |
Gregorio Ariz escribió un libro sobre el secreto de este monte, el Chogolisa, que es la cumbre más alta que llegó a ascender y que, al no llegar a los 8000 metros -como pasa con otras muchas cumbres del Himalaya- ha sido muy poco visitada. Esta montaña está en el macizo de Karakorum, en Pakistan, junto al imponente K2 que sobrepasa los 8.600 metros. Al hablar del Chogolisa el otro día, junto a un grupito de montañeros de la vieja escuela, Gregorio fue poniendo las diapositivas un tanto ajadas de viejas expediciones, cuando para acercarse al campo base se necesitaban decenas de porteadores para acarrear el equipo y las provisiones, y todo era mas costoso y, por supuesto, más romántico. Entonces nadie tenía tanta prisa ni trataba de batir ningun record y, cuando era menester, había tiempo para fotografiarse con el alcalde de un pueblo en el camino, junto a sus tres mujeres. En los cajones de muchos de estos montañeros que hoy son abuelos, hay cientos de fotos y cuadernos de notas, imágenes y relatos de un mundo que ya ha desaparecido, un patrimonio valioso que merecería ser conservado.
En la cima del Chogolisa Gregorio encontró una pequeña muñeca de trapo japonesa. La historia de ese objeto y sus incidencias son el hilo conductor de un libro que rememora una vida montañera de las de antes, afrontada con jersey de lana, botas de cuero y gorra visera. Un objeto en la cima de un monte es un testigo, y un mensaje al que llega después. Es discutible lo que cabe hacer con él: bajarlo o dejarlo allí. Una simple muñeca de trapo, esa es la única reconpensa. Además de poder contemplar, una vez en la vida, el mundo desde allí arriba: los grandes picos y los extensos valles labrados por glaciares que brillan y se entrecruzan .
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