lunes, enero 12, 2015

Sumision

El último número de Charlie Hebdo, el del miércoles fatídico en que sus redactores morían a balazos, traía en  portada a Houellebecq, escritor francés a punto de presentar una novela muy esperada, Sumisión, en la que imagina una Francia gobernada en el 2.022  por  un presidente musulmán, gracias al apoyo de los partidos tradicionales que evitan así ver al Frente Nacional en el poder. El protagonista del libro es un profesor que prefiere someterse a los nuevos aires que reinan en el país, donde los valores republicanos han sido sustituidos por una creciente islamización y hacerse musulmán, lo que además le permite tener tres esposas. Se trata de una fábula de política ficción pero que, si ya antes del atentado en París había levantado una gran polémica, y su autor acusado de avalar las tesis de Le Pen sobre la pérdida de identidad de Francia ante la inmigración musulmana, ahora su  actualidad y  repercusión han crecido de forma inusitada. De hecho, Houellebecq está bajo protección y se ha suspendido los actos de promoción del libro. Ya hace tiempo que este antiguo informático, convertido en escritor de gran éxito, mantiene que el laicismo republicano ha muerto en Francia y que la islamización es un proceso imparable, un signo de una  “vuelta a la religión”,  tras  unos siglos en los que, partir  de la ilustración y la reforma protestante, el individuo ha querido volar por su cuenta. Los personajes y las historias de H hablan de incomunicación, de pérdida de lazos sociales y afectivos, de una  Francia convertida en un país superficial, puramente turístico,  de muerte de cualquier ideal. Una idea de profunda decadencia. Ante esto, las certezas que proporciona al sujeto sediento de una causa la religión del Islam son incomparables. Esta es una idea pesimista y a la vez un aldabonazo. No podemos desistir de vivir en una sociedad que, aún  en medio de problemas y tensiones,  todavía concede al individuo la libertad de pensar y organizar su vida por su cuenta, un paréntesis en la historia. “No le voy a matar por ser mujer”, escuchó una redactora de Charli Hebdo, al terrorista que le encañonaba, “pero le aconsejo leer el Corán”. Ese es el mensaje.
(Publicado DN 12-I-2015)

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