(Publicado Diario de Navara 29/II)
lunes, febrero 29, 2016
Spotligth
(Publicado Diario de Navara 29/II)
lunes, febrero 22, 2016
Orduna
(Publicado Diario de Navarra 22 febrero)
jueves, febrero 18, 2016
lunes, febrero 15, 2016
Sabios
Salgo de casa, pensando en las ondas gravitacionales, que es lo mejor en lo que se puede pensar estos días en que la bolsa cae, la política cae, hasta la lluvia cae, y mientras evito los charcos y a los que corren por el pasto salpicando, encuentro a una vecina que está recogiendo la caca de su perro sin inmutarse, que enseguida protesta por la situación política y señala que deberíamos ponernos de acuerdo para que gobernara gente experta, sin ataduras, los mejores en lo suyo, que decidieran lo que es mejor en estos momentos; una especie de gobierno de sabios, que no deja de ser, supongo, el ideal de Platón: el gobierno de los mejores, la política dejada en manos de los que saben, lejos de la demagogia y el oportunismo. Le digo, sin dudarlo, que esta es la solución perfecta y que no tiene duda. Incluso, añado, he visto por ahí listas de posibles hombres providenciales: economistas, políticos veteranos, escritores, juristas y filósofos eminentes, gente llena de logros, lejos de la ambición y de la pelea política que lograrían, sin duda, después de pensarlo bien, hacer lo que sea mejor. Lo malo, le digo, es cómo elegir a ese grupito de sabios que han de legislar lo bueno, porque si ha de ser entre todos, como parece lógico, volvemos a la casilla de salida: debe ser una decisión democrática, y la democracia, es sabido es una cosa humana, imperfecta, fácil de manipular y dirigir a veces, y además poco racional. Lo mejor, recuerdo que decía Aron, que también era un sabio platónico, sería tomar a los mejores y decirles sencillamente: “gobernar en interés de todos”. Desgraciadamente, añadía, nunca se ha encontrado el método de saber cuál es el interés de todos y quienes son los mejores, lo que lo hace imposible. La democracia nunca se ha llevado bien con la utopía. Sin embargo, digo como consuelo, a veces los sabios para una cosa son muy tontos para otra. De hecho, se me ocurren varios ejemplos. Una cosa es lograr captar las ondas del universo, por ejemplo, y otra manejar el poder. Como llueve de nuevo la dama del perrito menea la cabeza y se va deprisa, con la caca en las manos.
(Publicado Diario de Navarra 15 febrero)
(Publicado Diario de Navarra 15 febrero)
lunes, febrero 08, 2016
Urtain
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Jose Manuel Ibar "Urtain". |
(Publicado 8/2 Diario de Navarra)
lunes, febrero 01, 2016
Botín
La Audiencia de Baleares ha decidido no aplicar a la hermana del rey la llamada “doctrina Botín”, que la hubiera sacado del banquillo, al no existir entonces acusación contra ella, dado que ni el fiscal ni la abogacía del estado, que representan al interés público, veían base para acusar y Manos Limpias, que lo hacía por delito fiscal, quedaba descartada por no existir, como sorprendentemente alegó la abogada del estado, un perjuicio para el conjunto de la sociedad. Hacienda, a su juicio, no somos todos, ya que eso debía entenderse solo en el ámbito de la publicidad. Si no había lesión a todos, nadie podía pedir cuenta en nombre de todos. Todo esto sonaba demasiado escandaloso. Era como salvar a un pasajero dejando que se hundiera el barco. Mantener que la caja de nuestros impuestos no es cosa de todos y que esto es solo un eslogan, puede ser un alegato para sacar a una infanta por la gatera, pero es poco compresible en quien representa nada menos que al estado, y sobre todo es el peor mensaje que se puede lanzar al ciudadano común, que conoce el comportamiento implacable de la hacienda, y al que se le recuerda que debe pagar sus impuestos, so pena de ser tildado de insolidario. El año pasado, por ejemplo, la campaña fiscal insistió en que pagar sin iva al fontanero era dejar al país sin sanidad, sin colegios, y sin futuro y atentar, justamente, contra todos. Pura publicidad, según reciente doctrina de quien representaba en el juicio al Fisco y que en buena hora no ha sido aceptada, lo que deja a algunos con el culo al aire. Defraudar a hacienda perjudica a todos, como es de cajón. Si no es así, los corruptos que amañan contratos públicos, los que han recibido dineros sospechosos de otros países, los que pelotean facturas, los que maquillan cuentas, estarían de enhorabuena. Al final a la infanta y a la propia monarquía no se le ha hecho ningún favor con esta defensa, intentando salvarla por la campana, y han sido tres magistradas en 85 folios quienes han tenido que enmendarlo.
(Publicado Diario de Navarra 1/II)
(Publicado Diario de Navarra 1/II)
lunes, enero 25, 2016
Medalla
El Ministerio de Cultura ha concedido la medalla de Alfonso X el Sabio al periodista Iñaki Gabilondo, lo cual no tendría mayor importancia si no fuera porque la concesión ha sido a título póstumo, lo que confirma que en España hasta que te mueres no te conceden mérito alguno, pero que choca con el inconveniente de que Gabilondo sigue tan vivo como siempre, incluso ahora un poco más. Se comprende que el Gobierno y sus ministros están en funciones, y algo alicaídos ante lo complicado que lo tiene Rajoy para formar gobierno -aunque hacer predicciones sobre ello es hoy como jugar a la bolsa, una ruleta rusa-, pero dar por muerto al premiado es como matarle si no de obra, de pensamiento y queda mal, aunque a las horas se rectifique. Recuerdo un cuento de Tobías Wolff, un escritor de relatos, certero y feroz en su estilo, como un halcón cazando, de aquellos que siguen la máxima de Chejov de que a un cuento siempre le sobra la primer parte, en el que un joven periodista metía la pata publicando la necrológica de un hombre todavía vivo, por lo que era despedido, pero luego se demostraba que el tipo había simulado su propia muerte para poder salir en el periódico. El hombre quería darse el gusto de acudir a su propio funeral y luego resucitar, como podría ufanarse Gabilondo. A Wolff le interesa la mentira, casi todos sus cuentos juegan con ella: un niño, tras la muerte de su padre, se inventa terribles enfermedades en su familia, un hombre sin fortuna dice saber dónde se encuentra una mina de oro, o el falso obituario. Todas estas mentiras, en realidad, son una especie de salida, un intento de enmendar las cosas, una forma de hacer la justicia que la vida no nos ofrece. Son fantasías más que mentiras, aunque a sus autores les remuerda la conciencia. Se trata de huir de los hechos, lo que siempre es una tentación. Hay otro cuento de Wolff que recuerdo ahora, en el que un perro ataca a un niño y eso desencadena una reacción en cadena que nadie controla. Nada es en vano, viene a decirnos, todo es una trama que hay que saber ver y en eso andamos.
(Publicado Diario de Navarra 25 de enero)
lunes, enero 18, 2016
Finezza
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Andreotti. Finezza. |
(Publicado Diario de Navarra 18 enero)
jueves, enero 14, 2016
Hemeroflexia: Lo que yo me figuraba
Hemeroflexia: Lo que yo me figuraba: EL lector habitual de esta página acaso haya observado que el epígrafe que la encabeza ha cambiado, como es costumbre a comienzo del año: h...
lunes, enero 11, 2016
Magos
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Reinas magas. Valencia. |
(Publicado Diario Navara 11/I)
miércoles, enero 06, 2016
Knausgärd
En una especie de vorágine exhibicionista, el escritor noruego Karl Ove Knausgärd, ha publicado 6 libros -he leído el primero, La muerte del padre- en los que cuenta su vida con un extraordinario realismo, sin ocultar nada, desvelando aquello que no debe ser dicho: lo que uno piensa en realidad de gente cercana, por crudo que sea, las miserias diarias, la muerte de un padre devastado por el alcohol; todo ello junto al relato de las menudencias cotidianas, lo banal, lo repetitivo, el chisporroteo de un huevo en la sartén. Un empeño para hacer volar por el aire cualquier ficción, que se empequeñece ante este propósito desaforado. Y es que existe una cierta sensación de que la ficción ya no vale, que es una impostura, un artificio que muestra sus costuras, y que lo literario, hoy, debe arriesgarse a incorporar la verdad de quien escribe, su libra de carne, que decía Lacan. Todo es materia literaria. La ficción se queda para el cine y las series, con las que no es posible competir, y la literatura huye y se refugia en los márgenes, se enreda con aquello que no se puede contar.
Los seis tomos de Knausgärd completan una serie que bautizó con humor negro “Mi lucha”, una auténtica vuelta de tuerca al relato autobiográfico en el que el autor, ya que no en sutilezas de estilo –dice haber escrito 20 folios diarios durante años-, gana por la ambición de su escritura, por el empeño en desnudarse, por la decisión de abarcarlo todo. Su estilo es el hiperrealismo del detalle, la digresión y la asociación libre y esa escritura torrencial, ese empeño de inventariar los hechos, esa ambición de contarlo todo, crean en el lector una especie de atracción hipnótica, un estrecho contacto con una voz que atrae y provoca rechazo a la vez.
Puede que haya a quien repugne, pero el éxito de Knausgärd ha sido grande en los países nórdicos, y no ha pasado desapercibido entre nosotros, por mucho que su familia cercana le haya retirado la palabra. Pero el arte, por lo visto, debe estar por encima de eso. Sin embargo, es justamente el arte el que siempre ha ido por otro lado: no en mostrarlo todo, sino más bien en ocultar una buena parte, en trabajar con símbolos e indicios, en velar las cosas, en sugerirlas, en dejar huecos. Solo así se suscitaba la atraccion de la obra. La transparencia no ha sido nunca lo bello. Las cosas no desaparecen en la oscuridad, sino en el exceso de iluminación, dice Braudillard. No concluyen en la oscuridad y el silencio, se desvanecen en lo más visible que lo visible: la obscenidad.
lunes, enero 04, 2016
Carta
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Pedro Ituralde, premio Ppe. Viana 2007 |
(Publicado Diario Navarra 4/I)
lunes, diciembre 28, 2015
De pie
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Louie C.K. |
Salí a la calle de noche, después de la cena de Nochebuena, y el cielo, después de todo el día de niebla estaba rosáceo y con un velo blanquecino muy leve, como si tuviera vergüenza y en su resplandor se recortaban las ramas de los árboles, negrísimas, retorcidas, como si estuviera pintadas en tinta china, y como me dolían mucho los pies y tenía la cabeza cargada, me senté en un banco a observar el cielo, la gente que se apresuraba, y me quité el zapato que me apretaba, y entonces recordé que desde hace unos meses me duelen mucho los pies, siempre parecen protestar, enseguida duelen y se me agarrotan y laten a la noche como si fueran un corazón y pensé que los pies tiene una labor callada pero imprescindible, y que sostenerse con ellos y hacer que nos lleven de aquí para allá es un servicio portentoso, y recordé un episodio de “Louie”, una serie que es necesario ver, mejor que nunca en navidades, para curarse un poco de tanta bolas de colores, en el que sufre un terrible dolor de espalda que le tiene doblado y visita a un médico que vive en su mismo edificio que, tras echarle en cara que no venga con alguna dolencia más interesante, le dice que no se puede hacer nada, que su columna siempre le dolerá y, si algún rato no lo hace, puede considerarse afortunado porque, sencillamente, la columna no está diseñada para la posición erecta, es antinatural, y sentado en el banco, pensé que a los pies le pasaba lo mismo, que no están pensados para que tengan que estar siempre soportando todo nuestro cuerpo en equilibrio; el error humano fue ponerse pie hace miles de años, a partir de ahí todo cambió: avizoramos el horizonte, dejamos de andar a cuatro patas y las manos se liberaron para usar objetos y manejar enseguida armas, allí empezó todo a progresar y empeorar a la vez, hasta llegar hasta donde estamos, al borde de un precipicio que hay que salvar, así que me levanté del banco y me puse el zapato y fui andando despacio; un villancico salía de la ventana de un piso, la luces del árbol centellaban dentro, uno tras otro fui tras mis pies incansables, que parecen saber siempre a dónde me llevan.
(Publicado en Diario de Navarra 28/XII)
martes, diciembre 22, 2015
Miedo
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Molenbeek. Gardien de la paix. |
(Publicado Diario de Navarra 21/XII)
viernes, diciembre 18, 2015
Escalona
Pedro Escalona es un pintor de Málaga, con cara de apóstol, pelo y barba blanca, como un San Pedro, que expone estos días en la Galería Echauri de Pamplona sus cuadros nítidos y delicados de vegetales, vasijas, cuencos, bodegones, paños, botellas, unguentos, taleguillasy objetos varios, algunos de un pasado remoto. Un hombre sonriente, malagueño, que vive, según me cuenta, en Alhaurín el Grande, donde paró en su día Gerald Brenan, el inglés que escibió el Laberinto español, que hoy es más laberinto todavía. Charlando con él, le pregunto si se quedará unos días por aquí, y me dice, sonriendo, que vuelve enseguida a su casa, porque tiene que trabajar. Es un hombre maduro, que lleva muchos años en la brecha. Mientras hay esa pasión dentro, mientras uno quiere hacer, es posible seguir, dice, y esas palabras, como las cosas que salen en sus cuadros, no precisan nada más.
Veo esta pareja de cuencos sobre los dos planos, blanco y negro, y pienso en Malevich y en Sanchez Cotán, y en una pareja que sigue junta, al cabo del tiempo.
martes, diciembre 15, 2015
Decidir
Pasó por aquí Monedero, en la mitad de esta campaña desvaída, con esa estudiada pinta de personaje de doctor Zhivago, y como parece ser inevitable habló del derecho a decidir, que debe ser, por lo visto, lo que preocupa a toda esa marea de gente indignada, sin trabajo, o con empleo precario, a todos los que demandan una nueva política: el derecho a decidir, el poder secesionarse del resto para crear un país para los de casa. Seguramente pensó, con razón, que eso sería la debilidad de su filial aquí, inédita en cualquier cosa que nos sea dar coartada a estos dislates y no poner pegas al programa de este gobierno, mientras se va aclarando, y como si no tuviéramos suficiente ya con una campaña donde no parece estar en juego el gobierno de la nación, sino la transitoria 4ª o quien es más navarro, abogó por este supuesto derecho a decidir, bello concepto que sirve desde luego para el individuo, para quien la vida es ese brete de optar, algo que solo es posible en ocasiones, porque nadie puede decidir lo que piensa, ni sobre sus sentimientos, ni es posible decidir dejar cumplir un acuerdo, o no hacer aquello a que nos comprometimos; siempre nuestra decisión es limitada, supeditada a los otros, al cómo y de qué manera y cuando se trata de colectivos y de pueblos, para qué hablar, entonces se trata ya de decisiones que competen a muchos, que están sujetas a normas, y está claro que una parte no pueden decidir por su cuenta y riesgo, en este caso separase de un estado, en ningún país es esto posible, salvo acuerdo de todos, no existe este derecho, todo se vendría abajo, solo en aquellos lugares con minorías tiranizadas o coloniales podría plantearse, es raro que un profesor de Ciencias Políticas pueda ignorarlo, por mucho que haya decaído la universidad. El derecho a decidir, en realidad, es lo que vamos hacer en unas días: votar en unas elecciones libres, con opciones distintas, y luego que lo decidido por la mayoría se respete. Poca cosa, o mucha, según se mire, que se lo digan a los venezolanos hartos de ver cómo se arruina un país rico gracias a políticas peregrinas, algo de lo que Monedero ha decidido no hablar.
(Publicado Diario de Navarra 14/XII)
jueves, diciembre 10, 2015
Theroux
Merece la pena decir alguna cosa de este libro de viajes, levemente melancólico, del gran Theroux, el de "La costa de los mosquitos", "Las columnas de Hercules" etc. y de aquella biografía ácida sobre el premio Nobel Naipaul, un ajuste de cuentas que nos recuerda que un buen escritor no tiene porqué ser una buena persona. Theroux, que ha sido un gran viajero y ha tenido siempre predilección por Africa, en la que vivió y enseñó durante años, ha vuelto allí por ultima vez (tiene más de 70 años), y se ha encontrado con un mundo desquiciado donde campan las ONG "porque a los únicos que les interesa el bienestar de los africanos es a los extranjeros", lo que crea un círculo de depedencia, falta de iniciativa y subdesarollo perpetuos, y donde las ciudades han crecido sin control y se han convertido en un compendio del horror. Eso es lo que se muestra en especial en su retrato de Luanda, la capital de Angola, un pais que ha vivido más de 30 años de guerra sin lograr inmutarnos, donde pelearon sudafricanos, angoleños de diversas facciones y cubanos, hasta dejar un pais esquilmado, desforestado, que acabó practicamente con la fauna y la vida salvaje y que ha encontado a la postre la maldición de la riqueza en forma de petróleo (algo que nos recuerda a algún otro), lo que ha disparado la corupción, el lujo de las minorías y la violencia en el pais. Luanda, dice Theroux, es como la antesala del infierno, un anticipo del mundo que nos espera. Sin terminar el camino, cuenta el libro, el viajero desiste y vuelve a casa.
lunes, diciembre 07, 2015
Sincero
En el Palacio de la Salina de Salamanca he visto una exposición de caricaturas de Unamuno, y cada una de ellas lleva un texto suyo, que corresponde al momento de la caricatura, como esta de Aristo Tellez que ilustra un artículo de El Sol, del año 31, cuando se estrenó la república, en el que Unamuno escribe:
Dayan
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Dayan, en la muga de Navarra. |
lunes, noviembre 30, 2015
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