(Publicado Diario Navarra 26/XII)
lunes, diciembre 26, 2016
Doctor Ho
(Publicado Diario Navarra 26/XII)
lunes, diciembre 19, 2016
Generación
Cada generación tiene su prueba de fuego, su momento crucial, en su día fue la guerra civil, que partió vidas de cuajo y dejó un país que todavía no ha terminado de reponerse, y donde, por cierto, Navarra se distinguió por abrazar la causa vencedora -abrazar grandes causas ha sido siempre la virtud y el problema de Navarra-, y en las siguientes fue el terrorismo de Eta la piedra de toque donde cada uno se retrató, y así, hubo quien miró para el otro lado, cuando no justificó ese furia totalitaria que quería romper el proceso democrático y la vida civilizada, para sustituirla por el sueño irredento de un nacionalismo obligatorio, del que con suerte nos libramos, y hay también quien no se hurtó de una batalla larga y penosa, sin otra arma que la palabra y el derecho, siempre tan frágiles, pero que a la postre se demostraron tan potentes. Es el terror de Eta el que ha marcado la historia de los últimos 50 años, y lo que cada uno hizo con él, si supo verlo o se puso de perfil, nos define. No cabe ahora echar el reloj atrás, y ponerse a vencer el fascismo 80 años después, o aparecer como campeón de la causa de la víctimas cuando siempre se ha pasado olímpicamente ellas. No es posible tampoco decir que se quiere gobernar para todos y jugar con medias verdades en un asunto tan sensible, intentar diluir aquel terror o taparlo con otros el pasado. Todo ese lenguaje tasado contra todas las violencias al que asistimos, esas direcciones y negociados –si quieres dilatar un asunto, crea una comisión-, al servicio del disimulo, darían risa sino fueran parte de una operación de desmemoria y confusión. Así que no es raro que el gobierno de Navarra se encuentre con la respuesta que las víctimas de ETA le han dado, hartas de que les intente manipular y se les sume a lo que no es. “Se trata de distintas percepciones”, ha contestado muy seria la portavoz del gobierno, “distintas formas de entender las cosas”. Se ve que la forma en que se percibe y entienden ciertas cosas desde el gobierno, no debe tener nada que ver con la de aquellos que las han sufrido de verdad.
(Publicado Diario de Navarra 19/12)
(Publicado Diario de Navarra 19/12)
lunes, diciembre 12, 2016
Cadena
Tobías Wolf escribió un cuento perfecto que tituló “Cadena”, en el que un perro atado con una cadena ataca a un niño mientras su padre corre cuanto puede, ladera abajo, para intentar salvarle, sin que ninguno sepamos si la cadena será tan corta como para parar al perro. Después del suspense, las consecuencias se van también encadenado, y una cosa trae otra, sin parar, en una sucesión regida por el azar y la necesidad a partes iguales. A esta cadena estamos todos atados y con sus eslabones tejemos nuestra vida. Danilo, por ejemplo, el portero del Chapecoense, que sobrevivió unas horas a la catástrofe, comenzó la cadena gracias a sus grandes reflejos con los que paró contra todo pronóstico un penalti en los octavos de la Copa América, lo que franqueó el paso a su equipo a la semifinal. Todo indicaba que allí terminaría su periplo, pues el rival que le correspondió, San Lorenzo, era un plantel mucho más potente. Sin embargo Danilo y sus compañeros lograron volver de Buenos Aires con un meritorio 1-1 que dejaba las espadas en alto, y en la vuelta, empujado por una hinchada entusiasta y el desparpajo de los humildes, Chapecoense resistió las acometidas de San Lorenzo quien, a pesar de hacerse con el juego, vió pasar los minutos sin lograr marcar, tal vez porque sus dos máximas estrellas, Belluschi y Berggerio, fueron baja a ultima hora. Mediada la segunda parte, San Lorenzo tuvo una ocasión de oro que inexplicablemente perdió. En los últimos minutos, por varias veces San Lorenzo estuvo a punto de horadar la meta de Danilo, héroe indiscutible, y fue en una última jugada fuera de tiempo, al borde del pitido, cuando también salvó prodigiosamente con el pie un remate de San Lorenzo, que quedó eliminado. Al acabar el partido, entre el éxtasis de la afición, los vivas y abrazos, el entrenador Caio Junior declaró “si muero hoy, moriría feliz”, adelantándose unos días a su destino. Antes de tomar aquel vuelo aciago, el lateral Tiaguinho supo que iba a ser padre. Desde el avión lo vimos saludar con el resto, eufóricos, a la cámara, mientras el perro corría sujeto a la cadena y ya nadie era capaz de pararlo.
(Publicado Diario de Navarra 12/12)
lunes, diciembre 05, 2016
Isla
Oí un chiste hace poco, en el que Dios va al infierno a ver a Fidel Castro, adonde le ha condenado, dice, por ser un dictador totalitario que ha causado mucho daño, y de paso, añade, me hago una fotito con él. Es como si este el viejo guerrillero vestido de verde, últimamente de chándal, nunca hubiera dejado pese a todo de deslumbrar. En el fondo, tendemos a justificar las dictaduras de izquierdas porque dicen ir contra el capitalismo, un sistema por el que sentimos un gran rechazo en teoría, aunque nos aprovechemos de él cuanto podemos en la práctica, incluidos sus más fieros enemigos. Antonio Escohotado, un pensador muy recomendable, que en su día trató en profundidad el tema de la drogas, ha publicado un largo ensayo titulado “Los enemigos del comercio”, al que considera el motor del cambio y el progreso, y señala cómo el capitalismo, que en el fondo sabemos que nos ha hecho salir de la miseria y la barbarie, nos parece a la vez bárbaro y miserable. No puede compararse la prosperidad lograda por España en las últimas décadas, por ejemplo, con la penuria y la esclerosis de una Isla donde quien puede se va y que nos mira con envidia, pero esto no termina de convencernos. O no lo suficiente, como si nos sintiéramos culpables por nuestra buena suerte. Lo cierto es que el capitalismo, como dice Escohotado, ha vencido sin convencer. Las razones de esto según él son muchas, desde herencias religiosas, pues no en vano está escrito que no es fácil que un rico entre en el reino de los cielos, hasta que resulta un sistema lleno de oportunidades -y de desigualdades-, donde uno necesita sobre todo tener suerte y ser tenaz, para salir adelante. Es como si el capitalismo nos hubiera dado toda clase de bienes, pero nos hubiera privado de ideales; como si fuera una maquinaria que marcha por su cuenta, destruyendo y creando nuevos prodigios sin cesar, cambiando el mundo de arriba abajo cada vez en menos tiempo, pródigo y alienante. Un caballo que es necesario embridar. Pero la nostalgia del amo vestido de verde oliva que lo cambia todo con su fusil, no conduce ya a ninguna parte.
(Publicado Diario de Navarra 5/XII)
(Publicado Diario de Navarra 5/XII)
martes, noviembre 29, 2016
Agradecimiento
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Oliver Sacks |
(Publicado Diario Navarra 28/XI)
lunes, noviembre 21, 2016
Trifulca
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Protesta en Alsasua por las detenciones. |
(Publicado Diario Navarra 21/XI)
lunes, noviembre 14, 2016
Cohen
Ha muerto Leonard Cohen. “Estoy listo para morir. Solo espero que no sea muy incómodo”, había dicho hace poco. Siempre fue muy certero con las palabras. Cuando recogió el premio Príncipe Asturias hizo un buen discurso en el que contaba como se hizo cantante gracias a un guitarrista callejero español, que se suicidó, y cuando le dieron el Nobel a Dylan, a pesar de que puestos a elegir un cantante quizás él se lo mereciera más, dijo que era como si le hubieran puesto una medalla al Everest. Tras anunciar su propia muerte no le creyeron, porque la muerte es de por si increíble y tuvo que aclarar que había exagerado. En nuestro inconsciente, todos somos inmortales. El caso es que cumplió su palabra y se fue poco después, justo cuando Trump llegaba a la gloria, como si tirara la toalla ante alguien con el que no tiene nada que ver, no solo por su ideas, que posiblemente las cambie si le conviene, sino por el contraste ante un modelo de masculinidad tan distinto al suyo, un retorno de un hombre más primario, mucho más ostentoso, en el fondo el retorno del padre temido y brutal pero lleno de certezas, al que uno admira y odia a la vez. Un hombre de una pieza para quien las cosas son blancas o negras, que detesta la ambigüedad sexual y que proclama unos valores que él mismo, como suele ocurrir, se cuida de no seguir. Puede que Trump sea el triunfador del momento, pero en realidad es un hombre del pasado, un poco de mentiras, sobreactuado; uno que puede llevarse a las mujeres que quiera con la chequera, pero que sabe que el que de verdad las enamora es alguien como Cohen, capaz de sentirse frágil sin miedo y de expresar lo que siente y susurrarlo al oído. Ser como Trump, además, es agotador. No es fácil defender una reputación así a todas horas. Es imposible hallar allí un poco de serenidad. Cohen se arruinó, vivió en un monasterio budista y luego volvió a la carretera a cantar de aquí para allá y se apagó de pronto, como había anunciado. Parecía que el éxito era una molestia que no podía evitar. “El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males”, dejó escrito.
(Publicado Diario de Navarra 14-XI)
(Publicado Diario de Navarra 14-XI)
lunes, noviembre 07, 2016
Baroja
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Aguas de Menorca. Garcus. |
(Publicado Diario de Navarra 14/XI)
lunes, octubre 31, 2016
Investidura
Escuché un rato el debate de investidura, aunque a la tercera pierde mucho el clímax, pero al oír a Pablo Iglesias enseguida caí en cuenta de que estábamos ante una especie de escena del hijo pródigo, porque salió Rajoy, después de una lluvia de improperios, como si hubiera oído caer la lluvia y trató a este empollón con coleta como a un hijo descarriado, el hijo pródigo al que hay que hay advertirle que nunca se tiene toda la razón y que el tiempo le hará cambiar. Era entrañable ver a Mariano sin entrar al trapo, porque eso descoloca mucho, y el oponente no sabe bien que hacer. Aunque más que ira contra el padre, aquello era una riña de hermanos, donde Iglesias tiró a muerte contra Hernando, muy serio tras sus gafas de pasta azul, que le dan un aire de hermano Marx, quien parecía el hijo atormentado, preso de culpas inconfesables, que escribe una tortuosa carta al padre diciendo que toda su vida ha estado contra él, pero que ahora, por el bien de la familia, se ve obligado a apoyarle. A Mariano todo esto parecía traerle un tanto al pairo, pues ha desarrollado una resistencia coriácea. Este hombre tiene un lado admirable. En estos meses se le han dedicado todo tipo de insultos, se le ha tratado de indecente, ha sido agredido en la calle sin que aprovechara para sacar tajada de ello, su pueblo le ha nombrado persona non grata a pesar de que no ha linchado a nadie, y él sigue en la brecha, incluso ha dicho que está ilusionado. Hasta Rivera, al que logró convencer a duras penas y se prestó a ayudarle, dijo que le vigilaría de cerca, a ver qué hace, como el heredero que sospecha de un padre disoluto. Se ve que este hijo no le hace tanta gracia como el de la coleta, por el que siente una debilidad especial. Es lo que suele pasar con los más cercanos, atónitos cuando se mata un cordero para el pródigo que vuelve al redil. Desde la tribuna, ebrio ya de su propio verbo, aplaudido como un tribuno de la plebe, el hijo descarriado ha dicho que los delincuentes están dentro del Congreso y no fuera y ha mirado expectante al banco azul, pero el candidato le ha mirado por encima de las gafas sin inmutarse, como acostumbra.
(Publicado Diario de Navarra 31/X)
(Publicado Diario de Navarra 31/X)
lunes, octubre 24, 2016
Bravo
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Plaza de toros. Miguel Barceló. |
(Publicado Diario Navarra 24/X)
martes, octubre 18, 2016
Nobel
“Confío en que la Academia haya obrado con imparcialidad”, declaró Churchill con su habitual sorna después de recibir el Premio Nobel de literatura en 1953, pues sabía que no le daban el premio por sus escritos, sino como reconocimiento a su coraje al enfrentarse a Hitler, y por haber perdido luego unas elecciones, tras lo que se retiró a escribir su memorias y pintar acuarelas. En aquel tiempo, pues, también cocían habas y los premio se daban a veces por cálculo, compromiso o compensación, como el Nobel de la paz que le han dado a Santos, o el que le dieron a Obama antes que hiciera nada, por si acaso. Este año no sabemos tampoco por qué se lo han dado a Dylan, quizás porque tocaba un americano, obviando a Roth (que parece ansiarlo más que nadie) o De Lillo, de mucha mayor estatura literaria que Dylan, que es verdad que ha escrito canciones magníficas, imborrables, pero cuyos textos casi nadie habría leído en un libro. Cohen ha dicho que este premio es como ponerle una medalla al Everest, y puede que sea verdad, porque Dylan es parte de la cultura de nuestro tiempo, un imprescindible, y pertenece a una generación que está despareciendo, pero no es un gran escritor, sino un cantante popular que todavía nos emociona cuando oímos en su voz desafinada que vamos dando tumbos, que somos como cantos rodados, como si tuviera el don de haber dado en el clavo. Un chico apocado con una guitarra, que hoy se mide a duras penas con lo que fue, uno de los grandes. Alguien ha dicho que este premio es un disparate, que el Nobel ha perdido toda credibilidad y que Borges, al que no se lo dieron, estará satisfecho en su tumba. Pequeñas maldades. Hace años que Dylan se puso un gran sombrero y se fue a cantarle al papa Wojtyla, se hizo vagamente católico, lo que inquietó mucho a sus viejos seguidores que añoran tiempos de rebeldía. Alberto Manguel, que estuvo en Pamplona hace poco, dijo que la lectura y los libros han perdido su prestigio, y tiene razón. Puede que la Academia haya dado el premio a alguien popular en muchos ámbitos como Dylan, como si escribir una obra no bastara y este fuera el precio a pagar en estos días. (Publicado Diario Navarra 17/10)
lunes, octubre 10, 2016
Siluro
Veo la foto de este periódico, magnífica, en que un operario muestra un siluro gigante a un grupo de chicos que le sacan fotos con el móvil, como si fuera un concursante de OT, el regreso. Vean al monstruo, parece decir. El bicho ha salido del vaciado del estanque –llamarle lago es demasiado- de Mendillorri, junto con esqueleto de un coche, sillas, bicicletas, tortugas, carpas y algún siluro que ha debido llegar desde Mequinenza. Yo siempre he sido contrario a estos lagos de mentiras, que deben quedar muy bien en los planos pero que se convierten luego en agua estancadas y pantanosas que esconden secretos, pero no hay barrio que se precie al que no se dote de un gran parque con bancos de diseño, pérgolas imposibles y de un lago con patos y geiser. La foto del lago hecho un basurero y el siluro es una metáfora del mundo, seguramente arruinado de detritus y basura por nuestra desidia, en un día de octubre que parece verano, los arboles confusos sin decidirse a perder la hoja, con el fango y la mierda que aparece cuando quitamos la capa que cubre las apariencias. Puede que asistamos al fin de mundo y que eso es lo que estén fotografiando los chicos sin saberlo, el final de todo, en vez de las carpas, la tortuga y el feo siluro. Podría hacerse un paralelismo entre lo que se esconde bajo la superficie y la situación política, pero no quiero hurgar en la herida, así que me limito a observar a esa fila de chicos que sacan fotos al monstruo cuando debieran tal vez estar en el instituto. La realidad no es suficiente, parecen decirnos estos muchachos ahí parados, haciendo foto en el móvil para que aflore, como el siluro, que no es ya un pez monstruoso sino un fake que circula por la red. O tal vez el siluro se parezca al profe de sociales. Puede que escarbando en el fondo de estos falsos lagos encontrarán en el futuro un retrato de nuestro mundo, piezas para una exposición con raspas de peces, hierros retorcidos y los restos de una laureada que terminó, nadie sabe cómo, bajo el agua, como un testigo molesto.
(Diario de Navarra 10/X)
(Diario de Navarra 10/X)
lunes, octubre 03, 2016
Rubén
Hace cien años que murió Rubén Darío, el poeta del que todos venimos, según Borges, un escritor a quien Valle Inclán -el de la barba de chivo, le llamaba- hace aparecer en varias escenas de Luces de Bohemia, porque era su maestro y amigo íntimo, un poeta con todas las letras, de otro tiempo. Dicen que leyendo un poema en español se sabe si es de antes o después de Rubén, como si fuera el fiel de la balanza. La lista de sus coetáneos, aquellos a quienes trató, riñó o mantuvo tertulia, en esa época sin twitter, es muy larga: Juan Ramón, los Machado, hasta Baroja y Unamuno, tan sesudos los dos y tan desdeñosos con él, no en vano estaban en las antípodas. Ahora en Madrid se le ha hecho exposición, y se ha publicado un facsímil con su cuaderno de hule, el que Rubén llevó en un viaje a Nicaragua, su patria, en 1906, en el que hay versos, dibujos y labores de caligrafía de su mujer, Francisca Sánchez, a quien el poeta enseñó a leer y escribir. Esta es una historia hermosa: el amor entre el poeta y una joven analfabeta con quien no pudo casarse nunca, pues su primera mujer le mareó y no le concedió nunca el divorcio. Rubén es un escritor en el que el lenguaje brilla por encima de todo, en el que la forma le gana al fondo y que nos recuerda que la lengua es antes que nada sus acentos, lo puramente fonético, la carnalidad de las palabras, lo rítmico, todo eso que envuelve lo que queremos decir y que, sin que sepamos cómo, lo determina, como si fuera la tierra donde crece todo. En sus inicios, dicen, la música y la poesía fueron lo mismo, no se concebía una sin la otra; Homero escribió en hexámetros, contando silabas cortas y largas para ser recitadas ante un público que no sabía leer, como la misma Francisca Sánchez, que oía embelesada las cartas del poeta. Poco a poco la escritura se fue independizando, desprendiéndose de melodías y reglas métricas, haciéndose prosa -que también debe sonar bien, por cierto-, pero ya fue por su cuenta, como un hijo pródigo. Dicen que Francisca oyó un día a un vendedor de periódicos en Madrid vocear cantarín que Rubén había muerto, como un verso que fuera de boca en boca.
(Publicado Diario Navarra 3/X)
(Publicado Diario Navarra 3/X)
lunes, septiembre 26, 2016
Bandera
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Retirada bandera de Europa en el Parlamento navarro. |
(Publicado Diario Navarra 26/9)
lunes, septiembre 19, 2016
Llueve
(Publicado Diario Navarra 19/9)
lunes, septiembre 12, 2016
Bikini

(Publicado Diario de Navarra 12-9)
lunes, septiembre 05, 2016
Girauta
Escuché a Girauta, portavoz de C’s, explicando que había tenido que pactar primero con los socialistas, para la malograda investidura de Sánchez, y luego con los populares para la, de momento, segunda entrega de la serie y que en realidad no había encontrado tantas diferencias entre ambos, al contrario, resultaban muy parecidos, tenían propuestas sensatas e intercambiables, y era posible entenderse en muchas cosas. Esto es algo que echa por tierra todos esos aspavientos que llevamos viendo estos meses, ese enfrentamiento radical, como si se tratara de mundos opuestos y de diferencias ideológicas irreconciliables, un inminente choque de civilizaciones que impide, como si de un pecado imperdonable se tratara, contaminarse pactando con el contrario y tras el que se ha parapetado sobre todo Sánchez, encerrado en su laberinto. Ese odio los dos candidatos, esos ceños fruncidos en el debate, están de más. En Europa, la amplia franja que comprenden los conservadores y los socialistas, además de los liberales, coindicen en la mayoría de los grandes temas y se diferencian por cuestiones que no suelen impedir el ponerse de acuerdo. Esta cultura de pacto sería también posible aquí, pero parece que de momento es más rentable la sobreactuación, el ver las cosas en blanco y negro y el afán por sentirse distinto, que es una forma de alimentar la vanidad, un narcisismo de las pequeñas diferencias. Claro que hay diferencias entre derecha e izquierda, pero al final no es raro ver a ambos, cuando les toca gobernar, hacer cosas parecidas, alegando por supuesto que no tienen más remedio. Puede que la socialdemocracia se haya quedado sin contenido, tal vez porque ya ha triunfado en todas partes, pero lo cierto es que los socialistas están rascándose la cabeza en toda Europa, pensando qué demonios pueden ofrecer de nuevo y alrededor de qué movilizar a los suyos. Salvo aquí, por supuesto, donde habrían logrado aglutinarse, según Girauta, tras un solo programa: el odio al PP, al que no hay que dar ni agua, aunque el resto nos ahoguemos también.
(Publicado Diario Navarra 5-9)
(Publicado Diario Navarra 5-9)
lunes, agosto 29, 2016
Balance
Un tanto desvaído por la competencia del calor y las fiestas de los pueblos, el cuadripartito ha hecho balance tras un año de gobierno, con la inevitable autocomplacencia de estas ocasiones, felicitándose por la labor realizada y haciendo votos por seguir muchos años en el cargo. El consejero Laparra, por ejemplo, ha dicho doctoralmente que prevé una hegemonía progresista para los próximo 30-40 años, así que si no queremos pasar por reaccionarios tendremos que aguantarnos. En realidad este año ha sido bastante irrelevante. Los impuestos han subido y en las fiestas la gente participa más que nunca, no se sabe si para celebrarlo o para olvidar. Por lo demás, lo de siempre. Aquí toda política tiende siempre a acentuar lo colectivo, lo propio, aquello que tiene que ver con la tradición y la historia, y esto vale para todos, a derecha e izquierda. Nadie discute nuestras peculiaridades, nadie se atreve a reformar la Administración ni la partida de subvenciones, aunque cambien los destinatarios. Si antes teníamos una política donde el sujeto era Navarra, ahora tenemos otra que tiende a un sujeto colectivo distinto, un programa máximo que lo impregna todo, como si tuviéramos que encontrar una esencia perdida y a eso dedicáramos el tiempo. Yo no sé muy bien hacia dónde irá este gobierno, oigo que insiste que quiere gobernar para todos, como si en realidad supiese que esa es su piedra en el zapato. Me fastidia que se pierda tanto tiempo para que algunos caigan en cuenta de obviedades. Por ejemplo, que todavía haya quien proponga una banca pública, después del resultado que ha dado mezclar la política con el dinero. Por lo demás, hemos escuchado muchas lecciones de ética, mucho anuncio de cambio y regeneración. Siempre el pecado, ya se sabe, es de los otros. Aunque luego oigamos a un portavoz del gobierno, con una venda en los ojos, decir que un condenado por terrorismo –la peor corrupción de la política-, puede ser un digno candidato a las elecciones.
(Publicado 29-8 Diario de Navarra)
(Publicado 29-8 Diario de Navarra)
lunes, agosto 22, 2016
Veinticinco
La última humorada de este largo verano de bloqueo político, un esperpento al que el país ha asistido con cierta displicencia, es que de no prosperar la investidura de Rajoy, las terceras elecciones podrían celebrarse el 25 de diciembre. Esto es un auténtico tour de force que se suma a las presiones de todo orden que no sabemos si Sánchez va ser capaz de soportar, para que franquee de una vez el paso a un gobierno en minoría, lo que sería costoso para su ego, pero le ofrecería al menos alguien al que poder por fin oponerse. El infierno de Dante era un lugar en que nada se conectaba con nada, lo que daba mucho vértigo; un lugar fuera de la lógica y la causalidad de las cosa, que es lo que nos permite situarnos en el mundo y eso es lo que le está pasando al PSOE con su decisión de lograr a la vez tres cosas incompatibles: no permitir gobernar a Rajoy, no querer nuevas elecciones y no poder cerrar un pacto a lo Frankenstein, como bautizó Rubalcaba a una amalgama con Podemos y los nacionalismos. Un imposible infernal. Puede que la intención de Sánchez sea facilitar al final el gobierno, pero haciéndose antes con la cabeza de Rajoy como trofeo y coartada, pero éste no parece estar por la labor. No en vano ha ganado las tres últimas elecciones y ganaría las siguientes, las de la broma del 25 de diciembre, llegado el caso. En realidad, lo que el país está demandando son respuestas claras a cosas que no se arreglan solas, como el reto independentista del parlamento catalán, y se echa mucho en falta que el constitucionalismo, en vez de dedicarse a maniobras y cálculos, no sume fuerzas y razones de una vez. Aquí, lo inédito sería una política laica que saltase por encima de los grandes tabúes y que lograse acuerdos entre distintos, y no jugar a enrocarse. Un poco de lógica, de esa que faltaba en el infierno dantesco. “Queremos una reforma valiente”, ha dicho Cs, dispuesto a hacer valer sus condiciones, una vez que el PSOE les ha cedido gratis todo el campo de juego y se ha ausentado hasta nuevo aviso.
(Publicado hoy Diario de Navarra.)
viernes, agosto 19, 2016
Ceniza.
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Manuel Arroyo en el burladero junto a José Bergamín. |
"Solo escribo para la muerte", declara al final Arroyo en la entrevista. "Es lo único que me importa".
No. Leyéndole, yo no creo que sea verdad.
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