viernes, marzo 13, 2020

La Graciosa

Ignacio Aldecoa
Desde el Mirador del Río miré a  la pequeña isla llamada “La Graciosa”, una franja color albero sobre el mar transparente, su escaso caserío esquinado junto al puerto, casi toda ocupada por dos grandes montañas chatas que en tiempos erupcionaron; allí no crece nada, no hay un árbol ni una carretera que la recorra, apenas un camino de tierra, es un  lugar de otro tiempo  hecho para lagartos y piedras, un espacio soñado que evoca algo primitivo, desolado, como una vida frágil en medio de una naturaleza hostil, una de esas florecillas rojas que a veces se encuentran aquí junto a  la lava y entonces recordé que sobre este lugar escribió Ignacio Aldecoa su última novela: “Parte de una historia”, que transcurre bajo un sol implacable y  donde sopla siempre el viento,  en la que retrata un ínfimo suceso  en la vida de  los pescadores, pero lo hace con unas palabras que parecen también pulidas por el sol y el aire, precisas para describir los acantilados de cinabrio y las hendijas de la ventana por la que entra la luz; un lenguaje que ahonda en las cosas como un pozo en la tierra y contiene la experiencia profunda de un hombre que anduvo por esta tierras canarias  hace mucho tiempo, un vasco aficionado al boxeo -como el Gistau que se nos ha ido-, testigo de aquella vida elemental y dura que también  aparece en sus otros libros, los que hablan del Gran Sol o de un gitano que huye empujado por  el viento solano, o de un boxeador que quiere salir de la miseria llamado Young Sánchez, que enfrenta el dilema de ser fiel a sí mismo o escoger el camino del engaño, sobre la que se hizo una buena película, porque las novelas de Aldecoa son muy cinematográficas, son una sucesión de escenas esculpidas a golpes, sin adornos, un guion ya depurado a fondo, y siempre contienen algo que supera lo que se cuenta, como ocurre en esta “Parte de una historia” donde se habla del naufragio de unos turistas de lejos que trastorna del todo a este lugar remoto, una metáfora del choque entre el mundo de siempre y la llegada de algo nuevo que lo amenaza, la perenne lucha por conservar intacta nuestra pequeña isla o el temor de ser barridos por el viento

No hay comentarios: